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Tips sobre ahorro de energía

Consejos prácticos para el uso eficiente de energía eléctrica en tu negocio.

Existen tres razones importantes por las que debemos hacer un uso eficiente de la energía:

  • Tener menos gastos al reducir el monto de la factura de energía.
  • Preservar los recursos naturales de nuestro planeta.
  • Disminuir el consumo de combustibles fósiles utilizados para generar electricidad y la consecuente reducción de emisores contaminantes al medio ambiente.

Consejos ante altas temperaturas.


¿Qué incrementa tu factura?

En nuestras casas, tenemos algunos electrodomésticos que parecen consumir poca energía, pero su uso frecuente o sin control impacta directamente el monto de la factura de electricidad, lo que reduce el presupuesto familiar.

Otras razones que incrementan la factura son:

  • Uso irracional de la energía.

  • Adición de nuevos equipos de consumo.

  • Equipos en mal estado.

  • Cambios estacionales.

  • Incremento de consumidores en el hogar.

  • Electrodomésticos que consumen energía aunque estén apagados.



Cómo utilizar tus electrodomésticos y aparatos electrónicos de forma eficiente

Electrodomésticos y aparatos electrónicos:

  • En la medida de lo posible, comprar o renovar aparatos eléctricos para tu hogar, busca aquellos que sean más eficientes (fíjate en que lleven las etiquetas energéticas A+, A++ o A+++) y darles mantenimiento en el tiempo indicado.
  • Desenchufa los aparatos cuando no se están usando. El stand by de la televisión, o los cargadores del celular, microondas, radios, routers, enchufados permanentemente, representan un consumo innecesario cuando no lo estamos utilizando.
  • Encender los electrodomésticos sólo cuando sean utilizados (se ha comprobado que el 40% del tiempo en que la tele está encendida no se está viendo).

Aire Acondicionado:

  • Cada grado menos de temperatura de tu aire acondicionado, aumenta el consumo en la factura un 8%. El modo Eco permite ahorrar hasta un 30% en el consumo. La temperatura adecuada de uso del aire acondicionado es de 22 a 24 grados.
  • Aprovecha las horas más frescas del día para bajar la temperatura de la vivienda, ventilando la casa por la noche y primeras horas del día.
  • Siempre que sea posible, utiliza ventiladores, que refrescarán el ambiente consumiendo menos energía. También es muy útil mantener la casa protegida de los rayos del sol, bajando toldos, cerrando ventanas, tintando cristales.
  • Revisa puertas y ventanas. Por ahí se fuga la mayor parte del frío. Es recomendable colocar ribetes en todos ellos.
  • Utiliza temporizador en tu control remoto.
  • Combina el uso del aire acondicionado con el del ventilador de manera simultánea. Esto mejora la eficiencia térmica y reduce el consumo.

Refrigerador:

  • Revisar los bordes de goma del refrigerador para que cierre correctamente y sea hermético. No piense con la puerta abierta. Ubíquelo lejos de la cocina u otras fuentes de calor.
  • Evita abrir la puerta del refrigerador constantemente: cada vez que abres el refrigerador, la temperatura fría se pierde y el motor está obligado a trabajar más para volver a optimizar la temperatura, acción que aumenta el gasto energético considerablemente. Por eso, es recomendable que cuando vayas a cocinar, saques de una sola vez todos los alimentos que ocuparás o, si tienes hambre y no sabes qué comer, tomes la decisión antes de abrirlo.
  • No introduzcas alimentos calientes en el congelador o en el refrigerador: recuerda que al hacerlo, la temperatura interior aumenta y el refrigerador/congelador se verá forzado a trabajar a su máxima capacidad.
  • Utiliza un refrigerador de acuerdo a tus necesidades y al uso que vayas a darle.
  • Cubre las comidas: como la mayoría de los alimentos contienen humedad, cuando se dejan al descubierto, liberan esta última al aire y el compresor en el refrigerador tiene que realizar el doble de trabajo para removerla. Además, al taparlos evitas que las comidas adquieran olores de otros alimentos y, así, se conservan mejor.
  • Mantén limpia la parte trasera del refrigerador: es recomendable realizar este tipo de limpieza mínimo una vez al año para evitar la acumulación de polvo que reduce el rendimiento del artefacto y aumenta su consumo de energía eléctrica. También es importante que coloques el refrigerador en un lugar ventilado y fresco (10 cms de distancia con la pared) y lejos de otros electrodomésticos que generen calor.
  • Calibra el termostato a la temperatura idónea. Esto evita que los alimentos se congelen en la parte del refrigerador.

Calentador de Agua:

  • El calentamiento de agua para duchas es el uso que consume más energía en un hogar (37%). Si tiene termostato, regúlalo en 45°C y utiliza un timer eléctrico que garantice no más de 20 minutos por uso.

Plancha:

  • Sólo debes utilizar la plancha cuando tienes una cantidad de ropa considerable pendiente. Es mejor usar la plancha una sola vez que varias veces en la semana.
  • Antes de calentar la plancha organiza y selecciona bien la ropa. ¡Es posible que algunas prendas puedan quedar sin arrugas incluso con la plancha apagada!
  • El planchado de ropa implica un gran consumo de energía. No lo use como método para secar la ropa.
  • Es preferible desenchufar la plancha si se deja de usar por algún momento.
  • Es preferible planchar en algún periodo que no se encuentre dentro de las denominadas horas pico.

Lavadora:

  • La lavadora es uno de los electrodomésticos que más energía consumen. Se lleva el 11.8% de la energía y el 14% del agua que consumimos.
  • Programa la el ciclo de lavado de acuerdo a la cantidad de ropa que vayas a colocar.
  • Si es posible, usa siempre ciclos fríos para reducir la intensidad de la energía, el agua caliente para lavar la ropa es el mayor consumo de electricidad de un hogar.

Secadora de Ropa:

  • Escoge un modelo de secadora eficiente energéticamente hablando, es decir, que posea una certificación energética A o superior.
  • Limpia los filtros cada vez que la utilices para asegurarte que están libres de pelusas y garantizar la eficacia de su funcionamiento.
  • Aprende a separar la ropa para poder seleccionar un determinado ciclo. Mientras que el algodón necesita una temperatura alta, las camisas, pantalones de vestir y telas sintéticas tendrán bastante con una media. Los tejidos delicados no pueden ser sometidos a demasiado calor, por no hablar de la lana y las zapatillas, que no lo resisten en absoluto.
  • Si tienes la opción de auto-secado, actívala. La máquina se detendrá cuando acabe. La mayoría de diseños actuales incluyen esta posibilidad o bien disponen de un aviso sonoro que nos advierte.
  • Llénala del todo y planifica tus lavados para que esto sea posible. Aprovecharás todo el calor que va generando.
  • Centrifuga bien la ropa antes de introducirla (a más de 600 revoluciones por minuto), te ahorrará mucho tiempo de secado.
  • Una vez en marcha, reprime la tentación de introducir nuevas prendas húmedas, merece la pena que esperes a un nuevo ciclo o tiéndelas al aire libre.
  • En los días soleados procura no utilizar este equipo ya que requiere un alto consumo de electricidad. Aprovecha los rayos del sol.

Iluminación:

  • La iluminación consume entre el 5 y 25% del gasto de energía total de un hogar. Depende del uso de lámparas incandescentes o bombillos de alta eficiencia o LED. Usar lámparas de bajo consumo permite mantenerte en el rango del 5% del consumo mensual por iluminación.
  • Apaga la luz al salir de una habitación.
  • Aprovecha la luz natural cuando sea suficiente.
  • Utiliza la potencia requerida según el espacio a iluminar.
  • Los colores claros son más eficientes. Utiliza colores claros en las paredes y techos para aprovechar mejor la luz natural y reducir el uso de la artificial.
Electrodomésticos y Aparatos electrónicos:

Electrodomésticos y aparatos electrónicos:

  • En la medida de lo posible, comprar o renovar aparatos eléctricos para tu hogar, busca aquellos que sean más eficientes (fíjate en que lleven las etiquetas energéticas A+, A++ o A+++) y darles mantenimiento en el tiempo indicado.
  • Desenchufa los aparatos cuando no se están usando. El stand by de la televisión, o los cargadores del celular, microondas, radios, routers, enchufados permanentemente, representan un consumo innecesario cuando no lo estamos utilizando.
  • Encender los electrodomésticos sólo cuando sean utilizados (se ha comprobado que el 40% del tiempo en que la tele está encendida no se está viendo).
Aire Acondicionado:

Aire Acondicionado:

  • Cada grado menos de temperatura de tu aire acondicionado, aumenta el consumo en la factura un 8%. El modo Eco permite ahorrar hasta un 30% en el consumo. La temperatura adecuada de uso del aire acondicionado es de 22 a 24 grados.
  • Aprovecha las horas más frescas del día para bajar la temperatura de la vivienda, ventilando la casa por la noche y primeras horas del día.
  • Siempre que sea posible, utiliza ventiladores, que refrescarán el ambiente consumiendo menos energía. También es muy útil mantener la casa protegida de los rayos del sol, bajando toldos, cerrando ventanas, tintando cristales.
  • Revisa puertas y ventanas. Por ahí se fuga la mayor parte del frío. Es recomendable colocar ribetes en todos ellos.
  • Utiliza temporizador en tu control remoto.
  • Combina el uso del aire acondicionado con el del ventilador de manera simultánea. Esto mejora la eficiencia térmica y reduce el consumo.
Refrigerador:

Refrigerador:

  • Revisar los bordes de goma del refrigerador para que cierre correctamente y sea hermético. No piense con la puerta abierta. Ubíquelo lejos de la cocina u otras fuentes de calor.
  • Evita abrir la puerta del refrigerador constantemente: cada vez que abres el refrigerador, la temperatura fría se pierde y el motor está obligado a trabajar más para volver a optimizar la temperatura, acción que aumenta el gasto energético considerablemente. Por eso, es recomendable que cuando vayas a cocinar, saques de una sola vez todos los alimentos que ocuparás o, si tienes hambre y no sabes qué comer, tomes la decisión antes de abrirlo.
  • No introduzcas alimentos calientes en el congelador o en el refrigerador: recuerda que al hacerlo, la temperatura interior aumenta y el refrigerador/congelador se verá forzado a trabajar a su máxima capacidad.
  • Utiliza un refrigerador de acuerdo a tus necesidades y al uso que vayas a darle.
  • Cubre las comidas: como la mayoría de los alimentos contienen humedad, cuando se dejan al descubierto, liberan esta última al aire y el compresor en el refrigerador tiene que realizar el doble de trabajo para removerla. Además, al taparlos evitas que las comidas adquieran olores de otros alimentos y, así, se conservan mejor.
  • Mantén limpia la parte trasera del refrigerador: es recomendable realizar este tipo de limpieza mínimo una vez al año para evitar la acumulación de polvo que reduce el rendimiento del artefacto y aumenta su consumo de energía eléctrica. También es importante que coloques el refrigerador en un lugar ventilado y fresco (10 cms de distancia con la pared) y lejos de otros electrodomésticos que generen calor.
  • Calibra el termostato a la temperatura idónea. Esto evita que los alimentos se congelen en la parte del refrigerador.
Calentador de Agua:

Calentador de Agua:

  • El calentamiento de agua para duchas es el uso que consume más energía en un hogar (37%). Si tiene termostato, regúlalo en 45°C y utiliza un timer eléctrico que garantice no más de 20 minutos por uso.
Plancha:

Plancha:

  • Sólo debes utilizar la plancha cuando tienes una cantidad de ropa considerable pendiente. Es mejor usar la plancha una sola vez que varias veces en la semana.
  • Antes de calentar la plancha organiza y selecciona bien la ropa. ¡Es posible que algunas prendas puedan quedar sin arrugas incluso con la plancha apagada!
  • El planchado de ropa implica un gran consumo de energía. No lo use como método para secar la ropa.
  • Es preferible desenchufar la plancha si se deja de usar por algún momento.
  • Es preferible planchar en algún periodo que no se encuentre dentro de las denominadas horas pico.
Lavadora:

Lavadora:

  • La lavadora es uno de los electrodomésticos que más energía consumen. Se lleva el 11.8% de la energía y el 14% del agua que consumimos.
  • Programa la el ciclo de lavado de acuerdo a la cantidad de ropa que vayas a colocar.
  • Si es posible, usa siempre ciclos fríos para reducir la intensidad de la energía, el agua caliente para lavar la ropa es el mayor consumo de electricidad de un hogar.
Secadora de Ropa:

Secadora de Ropa:

  • Escoge un modelo de secadora eficiente energéticamente hablando, es decir, que posea una certificación energética A o superior.
  • Limpia los filtros cada vez que la utilices para asegurarte que están libres de pelusas y garantizar la eficacia de su funcionamiento.
  • Aprende a separar la ropa para poder seleccionar un determinado ciclo. Mientras que el algodón necesita una temperatura alta, las camisas, pantalones de vestir y telas sintéticas tendrán bastante con una media. Los tejidos delicados no pueden ser sometidos a demasiado calor, por no hablar de la lana y las zapatillas, que no lo resisten en absoluto.
  • Si tienes la opción de auto-secado, actívala. La máquina se detendrá cuando acabe. La mayoría de diseños actuales incluyen esta posibilidad o bien disponen de un aviso sonoro que nos advierte.
  • Llénala del todo y planifica tus lavados para que esto sea posible. Aprovecharás todo el calor que va generando.
  • Centrifuga bien la ropa antes de introducirla (a más de 600 revoluciones por minuto), te ahorrará mucho tiempo de secado.
  • Una vez en marcha, reprime la tentación de introducir nuevas prendas húmedas, merece la pena que esperes a un nuevo ciclo o tiéndelas al aire libre.
  • En los días soleados procura no utilizar este equipo ya que requiere un alto consumo de electricidad. Aprovecha los rayos del sol.
Iluminación:

Iluminación:

  • La iluminación consume entre el 5 y 25% del gasto de energía total de un hogar. Depende del uso de lámparas incandescentes o bombillos de alta eficiencia o LED. Usar lámparas de bajo consumo permite mantenerte en el rango del 5% del consumo mensual por iluminación.
  • Apaga la luz al salir de una habitación.
  • Aprovecha la luz natural cuando sea suficiente.
  • Utiliza la potencia requerida según el espacio a iluminar.
  • Los colores claros son más eficientes. Utiliza colores claros en las paredes y techos para aprovechar mejor la luz natural y reducir el uso de la artificial.